Las tres claves
para reinventarnos como ciudad creativa son:
Lo primero escucharnos:
Sin esto no podemos definir cuáles son las necesidades de nuestro entorno, lo qué queremos y lo que deseamos, no podemos conocer cuales son nuestras potencialidades y en qué somos buenos. Escucharnos es primordial para determinar habilidades, establecer equipos y potenciar las cualidades de los involucrados. A través de esto definimos problemáticas y habilidades.
Lo segundo son
las ideas:
Al escucharnos generamos ideas que nos permitirán dar solución a nuestros problemas, las ideas ayudaran a generar los cambios que son necesarios, romper con la improvisación para dar paso a la elaboración de planes que vayan más allá de un partido de turno o un gobernante, los planes de ciudad deben estar enfocados más allá del partido o la gestión única del presidente, gobernador o alcalde, es claro que los gobiernos pasan pero la ciudad se mantiene, al final la ciudad resulta un híbrido abstracto de todas las ideas de cada gestión individual pues no se le dio persecución a un plan global de crecimiento que reduzca la improvisación e incluya a toda la sociedad..
Y por último la gestión:
Es necesario incluir a las organizaciones, empresas y pequeños empresarios o emprendedores que le den estructura a las ideas, generar un plan de gestión y respaldarlo con un plan de negocios que sea sustentable en el tiempo y que permita el verdadero desarrollo de la ciudad, a una ciudad creativa posicionada en la red de ciudades.
Sin embargo, el problema que tenemos es que las ideas
solamente las pensamos, las soñamos y generalmente no pasamos a la gestión.
Las ciudades saben bien gestionar
servicios e infraestructura, pocas saben motivar la creatividad. No hay
fórmulas mágicas para la ciudad creativa, pero hay varias cosas que debemos
tomar en cuenta, entre ellas: ¿Qué activos tenemos?, Libertad de expresión,
Libertad de prensa (sin libertad de expresión no hay ciudad creativa).
Debemos tomar en cuenta:
Creatividad.
Sentido,
para la atmósfera de la cultura en la ciudad.
Vida
Ciudadana empática en avance.
Industrias
creativas para el conocimiento.
Empresas
innovadoras con industrias clave.
Lo
publico.
La creatividad es antes que la
cultura, lo más importante en la vida es la creatividad, la cultura es la forma
que le damos a la creatividad para poder convivir y avanzar, la creatividad es
lo primero, lo clave, lo fundamental.
A través de la creatividad asociado con la cultura, hemos de crear sentido
compartido, este sentido se genera a través del sentido de pertenencia, querer lo nuestro e involucrar a las personas en el plan de ciudad que se quiere llevar a cabo, es necesario un estudio de necesidades, y recolectar las ideas del colectivo para así incluirlos, que se sientan parte para procurar hacer más fácil la transición de una ciudad antigua a una ciudad creativa.
La vida ciudadana empática, se trata de la vida ciudadana compartida, en avance, no cómoda. Es decir, las ciudades
conservadoras no pueden ser ciudades creativas, solamente las ciudades
avanzadas, progresistas que optan por valores de futuro podrán ser ciudades
creativas. Las otras serán ciudades arqueológicas, las cuales tendrán menos
posibilidades de estar bien, por tanto en el fondo cuando estén muy mal
cambiarán.
Pero ¿Quién ayuda a esto?
Como principal apoyo está la clase
creativa de cultura (ciudadanos interesados en el replanteamiento de la ciudad), y por supuesto dos espacios claves; las industrias creativas para el
conocimiento, que son empresas innovadoras con industrias claves (como tecnología, arte, cultura, las industrias para el
entretenimiento, muy importantes). Y el otro engranaje que impulsa esto es lo
público, administrativo y asociativo como un motor de democracia.
Hay que recordar que no podemos construir la ciudad creativa desde la culpa, la desconfianza y lo negativo, “tienen culpa
los políticos, tienen culpa la institución, tienen culpa los azules, tienen
culpa los rojos”, hay que dejar de lado, asumir que la culpa en todo caso es de todos, la cooperación es básica, no la exclusión ni el insulto.
Debemos apostar por otra
cultura, otra ciudad, otra civilización, en la que nos apetece vivir y
convivir, todos/todas. Simplemente y finalmente, hay que tenerse fe y
hacerlo.
0 comentarios:
Publicar un comentario